Nuestro castillo
Historia:
De origen musulmán, la fortificación conocida con el nombre de Qadrit fue erigida para vigilar el valle del río Huerva y asediar Zaragoza. En el año 935 y el gobernador tuyibi de Zaragoza Muhammad ibn Hasim, que ya había desobedecido las ordenes de acudir a la ayuda de Abd al-Rahman contra los cristianos, provoca de nuevo las iras del califa que sitia la capital de la Marca Superior. El asedio de Zaragoza no da sus frutos y el califa tras más de cien días de asedio decide regresar a Córdoba. Antes de partir Abd al-Rahman no quiere interrumpir el sitio y se dispone a delegar funciones en sus hombres más válidos y a supervisar personalmente las tropas, ordenó a Ahmad ibn Ishaq al Qurasi, que controlaba los castillos de Cadrete y María, que en su ausencia dirigiera el asedio y el ejército allí desplazado.
Fue conquistado por Alfonso I en 1119. Después fue vendido por Pedro I a Pedro Navascues en 1212. Recuperada para la Corona de Aragón por Alfonso III, quien la traspasó en 1289 a la familia Zapata, que en 1358 donó la villa y la fortaleza al monasterio cisterciense de Santa Fe (desocupado desde la desamortización de Mendizábal).
Los árabes habitaron la localidad hasta 1610, fecha de la expulsión de los moriscos, siendo entonces repoblada.
Descripción:
El castillo de Cadrete se encuentra a unos 380 m de altitud y a unos 80 m sobre la llanura del valle del Huerva. La erosión de dos barranqueras por los lados Este y Oeste, que confluyen al llegar al nivel del río, convierte al cabezo en un alto inexpugnable, rodeado por sus tres cuartas partes de acantilados de 70 m de altura, accesible por el lado Sur.Su eje mayor de unos 200 m es perpendicular al de la sierra. Las dimensiones del mismo son de 45 m de largo por 20 m de ancho. Detrás del recinto, justo debajo del muro que rodea la torre continuaba el promontorio rocoso y se practicó un foso de unos 3 metros de profundidad excavado en la roca virgen. Al otro lado de este foso se modeló un enorme montículo de tierra de aspecto piramidal.A un nivel inferior, y continuando con el recinto anterior hacia el Norte, se pueden seguir los escasos cimientos visibles de otro recinto mucho más amplio que el anterior, que termina con una barrera de saeteras descolgada a unos metros del caserío. Sus medidas aproximadas son de 75 m de largo por 45 m de ancho.Toda las estructuras del castillo de Cadrete están realizadas a base de encofrados de argamasa, piedras irregulares, ladrillos y tejas. Es este un curioso aparejo que también se puede contemplar en otros castillos de Aragón como en el de Rueda de Jalón, María de Huerva, Maluenda o incluso en algunas estructuras del de Calatayud. De especial interés resulta el forrado de las torres por un segundo muro que en Cadrete se conserva parcialmente.Otro aspecto constructivo de gran importancia, pero en este caso único en Aragón y seguramente en la península, es la decoración interior de la tercera planta de este castillo. Se trata de un marco de lacerías que recorría la parte superior de las cuatro paredes realizado en yeso. La tipología de los nudos nos ofrece un espectro cronológico a concretar que abarcaría desde el S. XI hasta el S. XIII.
De origen musulmán, la fortificación conocida con el nombre de Qadrit fue erigida para vigilar el valle del río Huerva y asediar Zaragoza. En el año 935 y el gobernador tuyibi de Zaragoza Muhammad ibn Hasim, que ya había desobedecido las ordenes de acudir a la ayuda de Abd al-Rahman contra los cristianos, provoca de nuevo las iras del califa que sitia la capital de la Marca Superior. El asedio de Zaragoza no da sus frutos y el califa tras más de cien días de asedio decide regresar a Córdoba. Antes de partir Abd al-Rahman no quiere interrumpir el sitio y se dispone a delegar funciones en sus hombres más válidos y a supervisar personalmente las tropas, ordenó a Ahmad ibn Ishaq al Qurasi, que controlaba los castillos de Cadrete y María, que en su ausencia dirigiera el asedio y el ejército allí desplazado.
Fue conquistado por Alfonso I en 1119. Después fue vendido por Pedro I a Pedro Navascues en 1212. Recuperada para la Corona de Aragón por Alfonso III, quien la traspasó en 1289 a la familia Zapata, que en 1358 donó la villa y la fortaleza al monasterio cisterciense de Santa Fe (desocupado desde la desamortización de Mendizábal).
Los árabes habitaron la localidad hasta 1610, fecha de la expulsión de los moriscos, siendo entonces repoblada.
Descripción:
El castillo de Cadrete se encuentra a unos 380 m de altitud y a unos 80 m sobre la llanura del valle del Huerva. La erosión de dos barranqueras por los lados Este y Oeste, que confluyen al llegar al nivel del río, convierte al cabezo en un alto inexpugnable, rodeado por sus tres cuartas partes de acantilados de 70 m de altura, accesible por el lado Sur.Su eje mayor de unos 200 m es perpendicular al de la sierra. Las dimensiones del mismo son de 45 m de largo por 20 m de ancho. Detrás del recinto, justo debajo del muro que rodea la torre continuaba el promontorio rocoso y se practicó un foso de unos 3 metros de profundidad excavado en la roca virgen. Al otro lado de este foso se modeló un enorme montículo de tierra de aspecto piramidal.A un nivel inferior, y continuando con el recinto anterior hacia el Norte, se pueden seguir los escasos cimientos visibles de otro recinto mucho más amplio que el anterior, que termina con una barrera de saeteras descolgada a unos metros del caserío. Sus medidas aproximadas son de 75 m de largo por 45 m de ancho.Toda las estructuras del castillo de Cadrete están realizadas a base de encofrados de argamasa, piedras irregulares, ladrillos y tejas. Es este un curioso aparejo que también se puede contemplar en otros castillos de Aragón como en el de Rueda de Jalón, María de Huerva, Maluenda o incluso en algunas estructuras del de Calatayud. De especial interés resulta el forrado de las torres por un segundo muro que en Cadrete se conserva parcialmente.Otro aspecto constructivo de gran importancia, pero en este caso único en Aragón y seguramente en la península, es la decoración interior de la tercera planta de este castillo. Se trata de un marco de lacerías que recorría la parte superior de las cuatro paredes realizado en yeso. La tipología de los nudos nos ofrece un espectro cronológico a concretar que abarcaría desde el S. XI hasta el S. XIII.
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